La gestión de la pandemia a cargo de Vizzotti: todo lo que explica que una mujer sea la ministra de Salud

RedAcción –  de abril de 2021

Las mujeres suelen encontrar obstáculos en sus carreras y enfrentar el techo de cristal. Pero tienen más probabilidades de ocupar puestos de liderazgo en períodos de crisis. Las razones por las que Vizzotti es la única titular de un ministerio de Salud en Sudamérica y qué le puede imprimir a su gestión la mirada feminista.

—¿Estás vacunada, ministra?
—No. Cuando llegamos de Rusia, estaba tomando corticoides por una situación de salud transitoria y tenía que esperar cuatro semanas para poder darme la vacuna. Pero después de toda la situación que se generó, me pareció que no era oportuno hacerlo.

Es la noche del sábado 10 de abril y se escucha a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en un programa del prime time al que suelen ir celebrities a conversar sobre distintos temas. La ministra contesta la pregunta del conductor Andy Kusnetzoff y trata de aclarar a qué atenerse en esta segunda ola de la pandemia.

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En este momento, Carla Vizzotti es la única mujer al frente de un Ministerio de Salud en Sudamérica. Y de acuerdo con el mapa “Mujeres en la política: 2021”, que al 1 de enero de 2021 registraba 44 ministras de sanidad en un total de 193 países, Vizzotti sería la ministra 45 del mundo. Y según Naciones Unidas, se necesita construir liderazgos con participación de las mujeres durante y después de la pandemia. Además, si bien las mujeres conforman el 70 % del personal del sector sanitario, se encuentran subrepresentadas en la dirección de los esfuerzos de salud mundiales y nacionales.

Las mujeres siempre encontraron obstáculos en sus carreras profesionales y a medida que se acercan a la parte superior de la jerarquía deben enfrentar el techo de cristal, una barrera real, pero invisible. Cuando logran romper ese techo, tienen más probabilidades de ocupar puestos de liderazgo en períodos de crisis.

Durante la primera ola de la pandemia, Vizzotti se desempeñó como Secretaria de Acceso a la Salud. Todo 2020, esta infectóloga de 48 años experta en vacunación encabezó la comunicación de la mayoría de los reportes diarios de contagios. Se destacaba por su buen manejo con los medios y su experiencia en materia sanitaria.

Mabel Bianco, médica feminista y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, señala además que uno de los puntos más destacables de Carla Vizzotti es su capacidad de comunicación. “Es cuidadosa con lo que comunica para no generar falsas expectativas en la población”, señala.

Durante la gestión de Ginés González García en el Ministerio de Salud, ella participó de la mesa chica de las decisiones gubernamentales. En noviembre de 2020, junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini, viajó a Moscú para obtener información sobre la vacuna Sputnik V. En diciembre, las dos funcionarias volvieron a viajar para firmar el contrato y garantizar la llegada de un primer cargamento de estas vacunas.

La actual ministra forma parte del colectivo Mujeres Gobernando, un grupo de WhatsApp del que participan 200 funcionarias del gobierno nacional. Allí, ministras, secretarias y directoras nacionales dialogan e intercambian ideas para incorporar perspectiva de género en el diseño de las políticas públicas y facilitar la llegada de más mujeres.

En un tweet, la directora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro, destacó los operativos liderados por las mujeres del gobierno: “Trabajamos cada día para buscar soluciones y poner los cuidados, en su sentido más amplio, en el centro de la agenda de gobierno”.

Vizzotti es egresada de la Universidad del Salvador; especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas por la Universidad de Buenos Aires; y socia fundadora y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). También es miembro del Comité Consultivo Vaccine Acceptance Research Network (VARN), Sabin Institute, de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), integrante de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y miembro del Comité Científico de la Fundación Vacunar.

En 2005 se convirtió en la directora del Centro de Estudios para la Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles (CEPyCET) de la Universidad Isalud. Entre 2007 y 2016 estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiNaCEI) del Ministerio de Salud. Se puso al hombro el Programa Nacional de Vacunación en 2009 con el brote de la gripe A. Entre sus principales logros se encuentra la ampliación del calendario de vacunas gratuitas y obligatorias, que incluye 19.

“Las mujeres llegan a posiciones de poder luego de mucho esfuerzo”, explica José Florito, coordinador del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). “Suelen tener mayor nivel educativo y experiencia profesional que los varones en cargos de liderazgo similares. Se les pide más a través de certificaciones y años de experiencias. Más allá de la pandemia, en general las mujeres no acceden a puestos de decisión, incluso en sectores feminizados. Es frecuente que el sector de salud, docente y de cuidados tenga alta participación de mujeres en trabajos diarios, pero cuando se eleva la jerarquía empiezan a aparecer varones”.

Las mujeres son jefas de Estado y de Gobierno solamente en 21 países en todo el mundo. A las Jefas de Gobierno de Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Etiopía, Finlandia, Islandia y Nueva Zelandia se las reconoce por la rapidez de las respuestas, que no solo incluyeron medidas para “aplanar la curva” –como el confinamiento, el distanciamiento social y la aplicación de pruebas masivas para detectar el virus–, sino también por la transparencia y la comunicación compasiva de la información sobre salud pública basada en datos.

En países como Canadá, Etiopía, India y Madagascar, las expertas en medicina y salud ocupan cada vez más puestos de liderazgo y encabezan las conferencias de prensa diarias y los anuncios de servicio público. Según ONU Mujeres, el estilo de liderazgo de las dirigentes en la respuesta al COVID-19 es más colectivo que individual, más colaborativo que competitivo y más orientativo que imperativo.

“Que haya una mujer en un puesto de liderazgo no asegura que las políticas tengan perspectiva de género”, dice Mariana Chudnovsky, profesora Investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). “Hoy se ve un manejo entre hombres de juego de poder en relación a la compra de vacunas. Toda la política de combate a la pandemia hoy es vacunar. En un contexto de escasez de vacunas, no se ve que le den lugar a políticas con perspectiva de género. Eso implica diseñar la política teniendo en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres”.

En este sentido, Mabel Bianco, de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, reflexiona: “En el liderazgo de mujeres durante la pandemia se ve una gran capacidad de comunicación. En un contexto tan cambiante es importante el criterio a la hora de hacer anuncios. En general, las mujeres privilegiamos las medidas de respuesta a largo plazo, como la prevención, en lugar de la reacción al problema”.

Después de un año de gestionar la pandemia de COVID-19 en Argentina, Ginés González García tuvo que renunciar porque se vio involucrado en un escándalo político. En la sede del Ministerio de Salud funcionaba un vacunatorio VIP donde funcionarios y personalidades próximas al gobierno se vacunaron sin seguir los protocolos exigidos a la población en general.

El sábado 20 de febrero de 2021, el presidente Alberto Fernández tomó juramento a Carla Vizzotti, que pasaba a liderar la cartera de Salud (seis días después, la ministra se hizo un hisopado y dio positivo).

“Es recién con un escándalo político cuando se le habilita ese espacio. Es común que liderazgos femeninos, de larga trayectoria, se desarrollen después de una crisis”, explica Florito, de CIPPEC.

En ese sentido, la especialista en género y política Anabella Molina destaca que Vizzotti asume su cargo tras una doble crisis (sanitaria y política). “Muchas veces las mujeres se asocian a una mayor transparencia. Esto le pone presión al cargo porque tiene que cumplir con más expectativas de las que se les piden a los varones. Un acantilado de cristal aparece cuando la persona tiene muchas posibilidades de fallar, está al límite de la caída”.

Hasta el momento, al país llegaron poco menos de 9 millones de dosis de vacunas. Para sumar transparencia luego del escándalo, Vizzotti dispuso que la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) controle los avances en todo el país del Plan Estratégico Nacional para la Vacunación contra la COVID-19 y audite todo lo actuado desde sus inicios. En segunda instancia, el control de la SIGEN se orientará a las tareas de distribución en cada una de las 24 jurisdicciones que se lleven a cabo.

La ministra admite que hay menos dosis de vacunas de las que se esperaba a esta altura. Pero aclara que no es un problema de Argentina en particular. “Los laboratorios tuvieron problemas de producción y no cumplieron los compromisos”, dijo en Podemos Hablar, el programa de Andy Kusnetzoff. “Estamos enfrentando una segunda ola con un sistema de salud más robusto y personal de salud más entrenado, con el 90% de los equipos de salud con una primera dosis de la vacuna y un 60% con la segunda, pero muy cansados”.

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