Mabel Bianco: «La defensa de la igualdad me llenó la vida»

Entrevista Infocielo – 8 de Marzo de 2021

Referente del feminismo desde hace más de cuatro décadas, la médica argentina Mabel Bianco habla de su lucha por la igualdad de género

Mabel Bianco empezó a estudiar Medicina a los 16 años. “El secundario me aburrió”, asegura. Ya durante las cursadas en la Universidad del Salvador, la actual presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) comenzaba a notar la falta de igualdad de género, pero fue recién al incorporarse a la guardia del Instituto de Cirugía de Haedo, en el partido bonaerense de Morón, cuando lo vivió en carne propia.

“Entramos tres mujeres a la guardia del día domingo”, cuenta. “No nos dejaron usar el departamento que tenían en el último piso los médicos y los compañeros de la guardia y teníamos que usar una habitación en una sala de internación donde solo había dos camas y no podíamos dormir”, agrega en diálogo con INFOCIELO.

Las estudiantes no solamente tenían reservados espacios distintos -y peores, naturalmente- que los pasantes varones, sino que también sufrían “maldades” de sus compañeros y se les asignaban siempre los casos más graves. “Eso me demostró cómo nos discriminaban”, recuerda.

Mabel Bianco es una referente histórica en la lucha por la igualdad de género (Foto: FEIM)

La familia de Mabel no quería que estudiara Medicina. “Después lo superaron, pero al principio fue difícil”, confiesa. Esta semana, en la revista norteamericana Forbes, la doctora aparece dentro de una selección internacional de mujeres “que hay que conocer”. En 2019, ya había sido elegida entre las “más influyentes e inspiradoras del mundo” por la BBC.

“Tenía poca tolerancia a algunas actitudes de los médicos en el trato de los y las pacientes”, relata, y cita como ejemplo a psiquiatras del hospital porteño Moyano, quienes trataban a las internas con electroshock y ejercían “un abuso de autoridad intolerable”. “Me peleaba por eso y tuve problemas para aprobar la materia”, asegura.

“Ya recibida, seguí viendo cómo en los hospitales las mujeres no llegaban a ser directoras ni jefas de servicio. El máximo progreso era en Pediatría y Obstetricia. Ni siquiera en Ginecología, porque hay mucha cirugía”, describe.

También se topó de frente con la desigualdad -no solo entre hombres y mujeres sino además entre mujeres con y sin recursos- cuando comenzó a estudiar la mortalidad materna y el impacto del aborto como causal de muerte. “Las pobres son las que se mueren; las que tienen dinero o recursos sociales se atienden en lugares privados y no nos enteramos porque dicen que las operan de apéndice”, explica.

Por esto, Mabel Bianco fue una de las reconocidas especialistas que defendió firmemente el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) durante la discusión en el Congreso. Tanto en 2018, cuando la norma fue rechazada, como en el 2020, cuando finalmente se aprobó.

Mabel Bianco participó activamente en los debates por la legalización del aborto (Foto: FEIM)

Interesada también en el universo educativo, la epidemióloga se presentó más de una vez para el cargo de profesora titular. “Ganaba, pero otros concursantes varones objetaban -enuncia-, hasta que me cansé, decidí no concursar más y me retiré de la docencia, que me gustaba mucho”.

De la otra vereda de las dificultades, sin embargo, la doctora de 79 años encontró en el ejercicio de la Medicina y la militancia feminista muchas satisfacciones. Entre ellas, resalta, la de haber conseguido el título de Máster en Salud Pública en la Universidad del Valle, en Cali, ciudad colombiana en cuyas afueras también creó un centro de salud.

“Era un barrio con muchos chicos”, recuerda. Y agrega: “Algunas mujeres eran coperas en lugares de baile adonde iban los hombres de la ciudad a emborracharse y las abusaban; era muy difícil curarlas”.

Mabel Bianco lleva más de cuatro décadas militando por la igualdad (Foto: FEIM)

“El feminismo me hizo más humana y más persistente en la lucha, pero menos agresiva”, reflexiona en vísperas del paro de mujeres de este lunes. Y asegura: “La defensa de la igualdad me llenó la vida y me volcó al activismo”. Así fue cómo la también especialista en Epidemiología y Estadística Médica por la Universidad de Londres se orientó al trabajo comunitario y el internacional. “Una mezcla rara pero muy importante”, manifiesta.

En este marco, la médica forma hoy parte del Foro Generación Igualdad, que plantea los temas de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing agrupados en seis tópicos: violencia de género, justicia y derechos en el ámbito económico, autonomía física y derechos relacionados con la salud sexual y reproductiva, acción feminista a favor de la justicia climática, tecnología e innovación para la igualdad de género y movimientos y liderazgo feministas.

En cuanto a las mayores deudas a nivel local dentro de la agenda feminista, Mabel nombra a “la persistencia de valores patriarcales que alimentan la violencia de género”. Frente a esto, se lamenta, “no se termina de implementar la educación sexual integral ni se hacen campañas masivas para desnaturalizar la violencia hacia mujeres y niñas”.

Además, la experta hace hincapié en la falta de empleos en el sector formal y el no reconocimiento de la seguridad social en el informal, al tiempo que enumera una serie de problemáticas que recaen sobre las mujeres que hoy no tienen suficiente atención.

“Existe en nuestro país la convivencia infantil forzada y afecta mucho a les niñes”, asevera en primer lugar, mientras que en segundo ubica a la falta de políticas públicas de cuidados para que las mujeres dejen de relegar sus actividades en pos de la atención de sus hijos, personas mayores o familiares con discapacidad. “La brecha salarial expresa cómo las mujeres se retrasan en la carrera de sus empleos por los cuidados; siempre es la mujer la que se sobrecarga”, indica.

Por último, en marco de un nuevo 8M, la histórica referente reflexiona: “Hoy más que nunca me siento comprometida con la lucha por la igualdad, sobre todo para sostener, acompañar y gozar junto a la cantidad de chicas y chicos que lucen el pañuelo verde en la cartera o la mochila, que es el signo no solo del derecho a decidir en un marco de libertad y respeto al otro, sino también de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos”. Y culmina: “Son los que signan nuestra vida y tienen todo por delante: para ellos tenemos que estar, para darles el ejemplo”.

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