FEIM repudia la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas

El lenguaje es vital a la hora de crear y visibilizar realidades. De hecho, como lo expresó George Steiner, “lo que no se nombra no existe”. Es así que el lenguaje se vuelve un espacio de disputa de poder, dado que sus límites son los límites del mundo.

En este sentido, el uso del lenguaje inclusivo es un disparador para pensar comunitariamente cómo nos sentimos, cómo nos (des)tratamos, qué nos atraviesa en los cuerpos y cómo podemos construir espacios libres de violencias.

En este contexto, las organizaciones firmantes queremos mostrar nuestro repudio en relación a la Circular 4/2022 del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, la cual en su artículo 1 establece que: “Los/as docentes en los establecimientos educativos de los niveles inicial, primario y secundario y sus modalidades, de gestión estatal y privada, deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza.”

Un párrafo del informe de Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa NO-2022- 20740875-GCABA-UEICEE menciona: “El uso de la @ o de las letras «e» y «x» como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español (…)”, y por la Academia Argentina de Letras, que ha recomendado que se preserve la enseñanza-aprendizaje de la lengua en todos los niveles educativos si deseamos que nuestros alumnos escriban con cierta fluidez y corrección y, sobre todo, comprendan lo que lean y escriban y que “…no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás”;

Como se expresa al inicio, el lenguaje es constructor de realidades. Al nombrar, se representa a determinados grupos sociales y se invisibiliza a otros. El lenguaje inclusivo busca romper con la norma cishetero de la academia española, que no reconoce pronombres no binarios, negando la existencia de identidades históricamente invisibilizadas.

Identidades reconocidas por las leyes de nuestro país: la Ley 26.743 de Identidad de Género en su art 13 menciona que ninguna norma, reglamentación o procedimiento podrá limitar, restringir, excluir o suprimir el ejercicio del derecho a la identidad de género de las personas, debiendo interpretarse y aplicarse las normas siempre a favor del acceso al mismo; y el decreto presidencial N°476/21, que
reconoce identidades por fuera de las categorías binarias de género.

Más aún, la Ley de Identidad de Género en su artículo 1c reconoce el derecho de toda persona a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

Por lo tanto, la presente medida vulnera el derecho de las personas que no se sienten representadas y/o interpeladas por el binarismo de género en un acto de censura sin precedentes a un acto político de reparación y cuidado para quienes han padecido décadas de violencia y exclusión, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires.

Las lenguas están en constante proceso de cambio y estos cambios no se pueden controlar, impedir ni imponer a partir de marcos normativos y regulatorios, sino que son consecuencia del uso lingüístico de las personas.

De esta forma, el lenguaje inclusivo se asume como una apuesta política por correr los límites del lenguaje entendiendo que este no logra contener todas las experiencias respecto de la sexualidad y de la identidad. Como explica Emanuel Theumer:

‘‘No se trata tanto de lograr una nueva versión acabada de la lengua castellana como de introducir fisuras a las convenciones lingüísticas mediante las cuales versiones recalcitrantes del género perviven y se actualizan. Antes que inclusivo este es un lenguaje incisivo. Como tal, incita a la sucesiva expansión de los límites con los que vamos a comprender la inclusión’’

Este tipo de políticas restrictivas se inscriben en una serie de acciones que recrudecen la violencia hacia el colectivo travesti-trans y las personas no binarias. Además, se suman a la exclusión y discriminación histórica que se intenta revertir desde los activismos, las organizaciones de la sociedad civil e incluso desde sectores de la política pública.

Sumado a ello, el cuadernillo del Programa Educación Sexual Integral sobre la Ley 26.150 menciona en uno de sus ejes el respeto a la diversidad. Como se presenta a continuación:

‘‘Llevar adelante la educación sexual desde una mirada integral, supone hacer de las escuelas espacios inclusivos y respetuosos en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su orientación sexual y su identidad de género sin temor a ser discriminadas o estigmatizadas. Se trata entonces de estar atentos en el aula, en los patios y en toda la escuela, para trabajar contra la discriminación teniendo presente que en diversos momentos pueden aparecer manifestaciones de homofobia, lesbofobia (rechazos, miedos, prejuicios hacia varones homosexuales y mujeres lesbianas) o transfobia (rechazo dirigido hacia las personas que tienen una identidad de género distinta a la del sexo asignado al nacer)»

Por todo lo expuesto, las organizaciones abajo firmantes, solicitamos la derogación de la resolución RESOL-2022-2566-GCABA-MEDGC:

Asociación Civil Comunicación para la Igualdad
Asociación Civil Grow- Género y Trabajo
Asociación Civil Chicos.net
Asociación Civil Unico
BUPPA Comunicación
Contrata Trans
FEIM – Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer
Nodos Consultora
REDI – Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad
Red Nacional De Mujeres
TRAMA.Red – Trabajo en Red y Asesoramiento para Mejorar la Accesibilidad
Mujeres en Igualdad (MEI)
Mujeres en Publicidad