Día de la Mujer: ni flores ni bombones, el 8M estamos en lucha por la igualdad
Ni delicadas como rosas, ni dulces como bombones. El 8 de marzo reafirma potencia de las mujeres en la calle. Mabel Bianco, presidenta de Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, repasa los ítems del reclamo feminista.
El Día Internacional de la Mujer es una fecha para recordar y honrar, no es -como muchos creen- el día para hacer regalos y felicitar a las mujeres. ¡Tampoco es un cumpleaños! Las pioneras, las mujeres que ofrecieron su vida y lucharon por lograr derechos que gozamos en la actualidad, se merecen nuestro reconocimiento.
Debemos seguir entendiendo las desigualdades que aún experimentamos por nuestro género y cambiar las reglas y normas a nivel personal, familiar y social.
Recordemos este día se eligió porque en 1908, en Nueva York, 148 obreras textiles que hacían huelga para mejorar sus condiciones laborales murieron incendiadas en la fábrica donde estaban de paro. Por eso, desde su origen, este día es para honrar a estas mujeres que fueron, no las primeras, pero si un grupo importante que se rebeló contra las injustas e insalubres condiciones de trabajo en esa fábrica y que fueron víctimas de una represión patriarcal brutal.
Por eso no hay nada para festejar, hay mucho para recordar y honrar. Nuestro desafío es continuar esa lucha. Este año ¡paramos todas! Esta es una forma de evidenciar cómo las mujeres contribuimos a la economía y al desarrollo y sin embargo somos discriminadas aún en todos los órdenes de la vida. Reclamamos la igualdad de derechos y oportunidades con los hombres. Porque ganamos menos que los varones, trabajamos el doble porque somos las que cuidamos a los niños, a los enfermos, a los discapacitados, a los ancianos y además somos las responsables de los quehaceres domésticos.
Pero como si esto fuera poco, sufrimos múltiples formas de violencia solo por ser mujeres. Violencia psíquica que se expresa en el ninguneo, el desprecio a nuestras opiniones y la desvalorización, hasta la violencia física que del golpe crece y llega hasta el femicidio, o sea, la muerte.
Padecemos violencia sexual cuando nos violan, abusan o acosan en casa, en la calle y en el trabajo. Sufrimos violencia obstétrica cuando nos niegan un aborto seguro aunque esté permitido por la ley, cuando nos obligan a abortar en la clandestinidad poniendo en riesgo nuestra vida, o cuando no nos ponen anestesia al atendernos por una hemorragia en un embarazo.
Violencia simbólica es la de los medios de comunicación cuando nos muestran como objetos, nos ridiculizan o presentan como simples “muñecas “que sirven para ser miradas y jugar con ellas.
Paremos y mostremos a la sociedad cómo y cuánto podemos cambiar las mujeres unidas. Reclamemos nuestro derecho a la igualdad. ¡De eso se trata la celebración de este año!
Por Mabel Bianco, médica, máster en salud pública y epidemióloga, presidenta de Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
Pubilcado en Clarin , link a la nota