FEIM participó de la reunión “Niñas No Novias”
El 18 y 19 de mayo, Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), participó de la reunión de la membresía de América Latina y el Caribe de la asociación mundial “Niñas No Novias “(Girls Not Brides).
Esta alianza mundial está formada por más de mil organizaciones de la sociedad civil presentes en más de 100 países que trabajan para eliminar el matrimonio y las uniones infantiles tempranas y forzadas en las niñas.
En América Latina y el Caribe se acaba de crear la oficina regional, ya que es una región en la que aún hay muy pocas organizaciones miembros.
La preocupación de “Niñas No Novias” por nuestra región creció ante la persistencia de altas tasas de matrimonios o uniones forzadas tempranas en niñas que está estacionada. No disminuye, permanece estable, mientras que en otras regiones como en Asia y África las altas frecuencias en distintos países con acciones para su eliminación han logrado empezar a disminuir.
Esta organización cree que, si no se inician acciones rápidamente en nuestra región, es posible que en poco tiempo sea la región con mayor frecuencia en el mundo de niñas en matrimonios forzados o uniones tempranas.
En la reunión de la membresía de América Latina y el Caribe, Mabel Bianco presentó el trabajo que realizó FEIM sobre matrimonios infantiles y uniones tempranas o convivencias, señalando que esta problemática está invisibilizada. “Esto fue muy bien aceptado, ya que una de las observaciones realizadas en el estudio que dos consultoras de Niñas No Novias prepararon sobre la frecuencia del problema en nuestra región evidenciaron que hay tres países en América del Sur que no informan datos sobre matrimonios infantiles forzados o uniones tempranas. Uno de ellos es Argentina”, explica Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
En la reunión se consideraron distintas estrategias para promover la visibilización del problema y la adopción de medidas de prevención que deben afectar tanto los cambios legislativos, que en el caso de Argentina no son muy profundos, ya que se reconoce que la edad mínima es 18 años, pero sí revisar las excepciones parentales y/o judiciales. Además, promover el empoderamiento de las niñas especialmente, para que puedan continuar la escolaridad, que reciban educación sexual integral en las escuelas y que tengan acceso a servicios de salud que les permitan prevenir embarazos tempranos, que muchas veces son la causa de la convivencia o el matrimonio.
Un tema fundamental es la pobreza de las familias que constituye en todos los países de la región el principal motivo de las uniones o casamientos tempranos y forzados. Por lo tanto, la disminución de la pobreza y el apoyo a las familias más vulnerables en las zonas de mayor frecuencia es un tema a considerar entre las políticas públicas.