El escándalo de Harvey Weinstein y el «¿por qué no lo dijeron antes?»
Medio: Clarín – Entremujeres.com
Fecha: 20.10.2017
La suma de denuncias dio lugar, también, a este tipo de comentarios y opiniones, que lo único que hacen es revictimizar a las víctimas.
Por Sabrina Díaz Virzi
Lupita Nyong’o es una de las últimas estrellas en acusar también al productor de Hollywood Harvey Weinstein de acoso sexual, en un escándalo que aumenta día a día. La actriz ganadora de un Oscar hizo público que el magnate también intentó abusar de ella en 2011, cuando la invitó a su casa, le ofreció «un masaje» y Lupita, para zafarse, le dijo que se lo daba ella a él -así estaría en control de lo que estaba pasando–. Pero él intentó sacarse la ropa y ella se fue. Tiempo después Weinstein le dijo que, «si quería ser actriz, tendría que estar dispuesta a este tipo de cosas». Guardó el secreto seis años y hoy se suma a una larguísima lista de personas que lo acusan de acoso sexual.
Este escándalo dio lugar, también, a opiniones del tipo «¿y por qué no lo denunciaron antes?», criticando a las víctimas por no haber hablado previamente. Incluso en los comentarios de lectores debajo de las notas de este diario pueden leerse frases del estilo «las minas aceptan para lograr un papel; hubieran dicho que no». Sin embargo, esta postura no solo revictimiza a las víctimas, sino que no tiene en cuenta la vergüenza o el miedo a una represalia que puede sentir una persona al denunciar algo así, sobre todo, a alguien con mucho poder en el ámbito de su trabajo.
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«Este señor es muy poderoso y todas tenían miedo de ser dejadas de lado y no ser llamadas más a actuar si decían algo, no solo por parte de él, sino también de otros. Por eso es lógico que se callaran; algunas que pudieron no aceptaron trabajar más con él, pero otras, que necesitaban trabajar, aceptaron y siguieron sometiéndose», dice Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), consultada por Entremujeres.
«No se las debe juzgar porque se callaron. Es entendible. También les pasa a muchas otras mujeres en casos no famosos, pero no por eso menos dolorosos: debían callarse porque de lo contrario eran doblemente castigadas: por la sociedad e, incluso, las familias», comenta.
Las denuncias contra Harvey Weinstein llegan en un momento en el que la sociedad está más dispuesta a hablar de este tema. Llega tiempo después de que Madonna contara públicamente que fue violada a los 19 años en Nueva York, o que la cantante Lady Gaga dijera cuánto sufrió después de que un hombre veinte años mayor abusara de ella a los veinte años. Las experiencias se hacen públicas dos años después de que 35 mujeres revelaran los abusos perpetrados por la estrella de la televisión Bill Cosby. Y se instalan tras que el presidente de Amazon Studios, Roy Price, fuera suspendido de su cargo tras las denuncias de una productora por acoso sexual.
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Mientras tanto, miles de personas se sumaron al “me too” (“yo también”) en redes sociales, una campaña viral para visibilizar el acoso sexual y generar conciencia. La actriz Alyssa Milano fue la primera en compartir la idea a través del hashtag #MeToo: «Si todas las mujeres que fueron víctimas de acoso o violencia sexual escribieran ‘Yo también’ en sus cuentas de Twitter, quizás, la gente pudiera comprender la dimensión de lo que significa esta problemática», escribió. Y la avalancha de tuits, de mujeres y hombres, generó tal cimbronazo que permite comprender cuánto falta aun para visibilizar esto. En nuestro país, por ejemplo, un estudio realizado en agosto por Adecco Argentina indicó que casi la mitad de los argentinos (48%) sufrió o fue testigo de algún acto de discriminación hacia mujeres.
«Antes era más difícil hablar de esto, porque no se le daba la envergadura que se le da ahora, donde se califica esto como violencia contra las mujeres -dice Bianco a Entremujeres-. Hoy a nadie se le ocurre aceptarlo como algo ‘normal’ -cosa que antes se hacía-. Llevó mucho tiempo, pero hoy la reacción de la sociedad es otra».
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