Participación laboral de las mujeres, compromiso del G20
Por Mabel Bianco
(En Clarín )
En el año 2014 en Brisbane, Australia, los líderes del G20 asumieron el compromiso de disminuir la brecha salarial de las mujeres un 25% para el 2025. Este compromiso se asumió en la misma reunión en que se creó el grupo de participación de la sociedad civil de Mujeres, llamado W20.
La reunión del G20 en Australia fue un gran avance en la incorporación de la promoción de la igualdad de género en la organización. Respecto al compromiso de reducir el 25% para el 2025, desde que se asumió no evidencia disminución alguna en ninguno de los 19 países que componen el G20 ni en la Unión Europea.
Este año, el grupo de genero del C20, que reúne a mas de 600 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo decidimos que era prioritario que el G20 se comprometiera a elaborar un Plan de Acción para lograr la meta de disminuir la brecha laboral de las mujeres. Sugerimos entonces, y es un propuesta que deberán considerar los lideres del G20, que los países elaboren planes amplios que incorporen todos los aspectos que impactan en la disminución de la brecha.
En ese sentido, propusimos disminuir el trabajo precario e informal; ampliar la cobertura de los beneficios sociales a los distintos tipos de trabajo de las mujeres incluido el rural; y la creación de empleo decente o sea con los beneficios de la seguridad social para las mujeres.
Esto se debe acompañar del reconocimiento y redistribución de los trabajos de cuidado no pagos que recaen casi exclusivamente en las mujeres, responsabilidad que deben compartir el Estado, las familias y los empleadores. Esto incluye el desarrollo de infraestructura que reduzca el tiempo diario que las mujeres dedican a realizar las tareas del cuidado no remuneradas.
Además requiere ampliar y promover la participación de las niñas y mujeres en la educación en matemática, tecnología, ingeniería y ciencias para asegurar su participación laboral en estas áreas, hoy predominantemente masculinas. Y por supuesto, asegurar el acceso de las mujeres a Internet y nuevas tecnologías de comunicación para facilitar su inserción social y laboral.
La eliminación de la violencia contra las mujeres en los ámbitos laborales es otra prioridad así como garantizar el derecho de mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencia. También asegurar la capacidad empresarial de las mujeres, así como la educación financiera, garantizando el acceso al crédito, a la tierra, y a los mercados. Esto adquiere una importancia fundamental en el caso de la diversidad de mujeres rurales, que este año es un colectivo que se incorporo por primera vez en el W20.
Este Plan debería ser elaborado por los países con metas temporales cuyos avances y retrocesos deberán monitorear a fin de lograr el objetivo en el 2025. Esto lo plantea también el W20, en las reuniones previas. Lo señalamos como una necesidad, reiterando lo ya pedido en Berlín el año pasado. Esperamos que sea una de las principales recomendaciones de la Cumbre del W20 que se realizara en estos días. Este es un desafió que, esperamos, asuman los países del G20 para que el compromiso asumido en Brisbane deje de ser un mero cliché. Argentina deberá dar el ejemplo y hacerlo para poder presentarlo el año próximo en Japón, sede del G20.
*Mabel Bianco es médica especialista en Epidemiología. Médica especialista en Epidemiología. Presidente de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Coordinadora del grupo de género del C20 y Delegada argentina al W20