Ser o no ser copada: ¿esa es la cuestión?
Medio: Clarín. EntreMujeres
Fecha: 27.10.2017
Una nota publicada en la contratapa del diario Clarín generó un amplio debate en redes sociales que volvió a poner en cuestión los estereotipos de género.
Por Sabrina Díaz Virzi
«#NoSoyCopada porque manual y mina en la misma frase, quedaron en 1953», escribió la actriz y cantante Jimena Barón, quien lanzó recientemente su canción La Tonta, que visibiliza la importancia de correrse de la mirada masculina, con un claro mensaje de empoderamiento femenino. La escritora y guionistaCarolina Aguirre fue otra de las tuiteras en aportar al debate: «No hay que olvidarse que Copada es una víctima de todos esos mandatos, no se lavó la cabeza sola. Nadie nace feminista. Ella tampoco, calma».
Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), dijo a Clarín: «Entre las mujeres no hay modelos fijos; cada una toma sus modelos: algunas se llamarán de una forma o de otra, creerán que eso es mejor o peor, pero eso es libre y es algo que hay que respetar como una característica importante».
Y agregó: «Si bien somos diferentes con los hombres también somos diferentes entre nosotras, porque no hay un único modelo de mujer, y eso es lo bueno. Nadie debe promover un único modelo, porque cada uno de nosotros debemos tener nuestras diferencias y nuestros gustos y tenemos todo el derecho a hacerlo, independientemente de si otras coincidan o no. La diversidad es uno de los principales elementos y, sobre todo, el poder expresar la diversidad».
Como sucedió con otras noticias recientes (como el escándalo por abuso sexual del productor Harvey Weinstein, por solo mencionar uno), la popularidad y la relevancia que adquiere un tema nos da la oportunidad de abordar problemáticas muy presentes en la sociedad, pero que aun están ocultas o invisibilizadas. Nos permite volver a decir cuán relevante es que las mujeres -por fin- se animen a correrse del estereotipo establecido y pongan en cuestión modelos culturales que no solo son antiguos, sino que oprimen los deseos y las necesidades de cada una de las mujeres.
En el escándalo de los Latorre y Natacha Jaitt, fueron las mujeres las que fueron obligadas a «hacerse cargo» de motes despectivos o incitadas a pelearse en televisión. Pasó lo mismo hace algo más de tiempo, con el motorhome como escenario principal. Son ellas las que son tildadas de «despechadas» al poner sobre el tapete alguna situación injusta, mientras a ellos la cámara no los enfoca. Es el discurso de las mujeres el que es puesto en duda en denuncias de abusos (en el trabajo o fuera de él). Son las mujeres las que son acusadas de ser «exageradas» a la hora de pedir que se deje de lado la palabra «piropo» al denunciar acoso sexual en la calle. Son ellas las que son rotuladas como «mandonas» cuando son jefas. Y también son señaladas como «solteronas» aquellas que deciden no formar pareja durante algún tiempo.
Estos motes y estos juicios tienen consecuencias en la vida diaria de mujeres y hombres, porque no solo repercuten en sus actos, sino en sus discursos internos, en cómo se ven a sí mismos y cómo creen que los verán los demás. Bridget Jones y Carrie Bradshaw fueron ejemplos de una concepción de mujeres independientes, pero obsesionadas con las citas y las parejas, al organizar toda su vida detrás de esa búsqueda. «El futuro es feminista» se repite en los eventos y charlas de género; justamente, hoy más que antes podemos ver que existen incontables modelos de mujer, porque cada una entraña una mujer única e irrepetible, con luces y sombras, como cada uno de los habitantes de la tierra.
Estos debates sirven, una vez más, para hacer valer una mirada más compleja y diversa de los seres humanos, que nos permita -a todos- poner distancia de la presión social y darnos la oportunidad de decidir libremente qué hacer y cómo hacerlo sin que nos aceche el fantasma de qué es lo que se espera de nosotros.
https://www.clarin.com/entremujeres/genero/copada-cuestion_0_rJxf9zbAW.html