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30 años de lucha para que ser mujer no sea un riesgo

(26 de mayo de 2017)

 

28 DE MAYO. DÍA DE ACCIÓN POR LA SALUD DE LAS MUJERES

 

 

En el “Día de Acción por la Salud de las Mujeres”, que se celebra el 28 de mayo desde hace 30 años, la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) enfatiza la importancia de respetar las decisiones de las mujeres sobre su cuerpo y garantizar su derecho al más alto nivel de salud.

 

“Después de treinta años, aún sigue siendo necesario nuestro reclamo por el derecho a la vida de las mujeres”, dijo Mabel Bianco, presidenta de FEIM, y sostuvo: “Para que haya menos muertes maternas las mujeres deben poder acceder más y mejor a métodos anticonceptivos y a la interrupción segura del embarazo”.

 

El 28 de mayo fue declarado como “Día de Acción por la Salud de las Mujeres” en 1987 por iniciativa de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), de la que FEIM es integrante desde su creación. La fecha se instituyó para reafirmar la salud como un derecho humano de las mujeres, al que deben poder acceder durante toda su vida y sin restricciones de ningún tipo. En este día, organizaciones de mujeres de diferentes países buscamos visibilizar los altos riesgos que viven las mujeres especialmente cuando quedan embarazadas. Y exigimos políticas para que disminuyan las muertes causadas por las complicaciones de salud previsibles durante el embarazo, parto y puerperio y en caso de interrumpir una gestación en condiciones clandestinas y poco seguras.

 

Pasaron 30 años y desde entonces las mujeres hemos conseguido importantes logros. Sin embargo, todavía cursar un embarazo implica un riesgo de salud y de vida para las mujeres, sobre todo para las más pobres, jóvenes, indígenas u otros factores de vulnerabilidad, y más aún si su decisión es no continuar la gestación.

 

Muertes evitables

Cada año, se estima que unas 80.000 mujeres deben ser hospitalizadas por complicaciones por aborto inseguros y muchas de ellas quedan con secuelas en su salud. Hace más de tres décadas que el aborto inseguro se mantiene como la primera causa individual de muerte materna. El país tiene una razón de mortalidad materna promedio de 3,9 cada 10.000 nacidos vivos, pero con intensas disparidades regionales: mientras que en Ciudad de Buenos Aires el índice es de 1,9, en Chaco alcanza a 7,3, en Jujuy 7,5 y en Salta 8,1, según la última serie de Estadísticas Vitales publicada por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación. Estas muertes son evitables.

 

En Argentina, el aborto es legal en caso de peligro para la vida o la salud de la mujer y en caso de violación (Código Penal, artículo 86.2) y así fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2012. Pero aun en estos casos permitidos por la ley, las mujeres que abortan son estigmatizadas y hasta perseguidas penalmente, como ocurrió recientemente en la provincia de Tucumán con la condena injusta a “Belén”. Estas actitudes infunden temor y desalientan a las mujeres a acudir a los servicios de salud, pero no las hacen cambiar de opinión cuando deciden interrumpir un embarazo. El punitivismo y la persecución no son efectivos para disminuir la cantidad de abortos, se estima que se realizan entre 300 mil y 500 mil abortos inducidos por año en el país.

 

Las barreras legales, institucionales y culturales que impiden interrumpir un embarazo en forma voluntaria obligan a muchas mujeres a poner su vida y su salud en riesgo con prácticas inseguras. Esto se ha agravado ante el aumento de adolescentes y niñas abusadas o violadas y embarazadas a edades muy precoces.

FEIM hace un llamado al Congreso de la Nación para que se debata el tema del aborto sin demoras, al sistema sanitario para que garantice sin obstáculos el acceso a métodos anticonceptivos para toda la población que lo requiera y a que la Educación Sexual Integral sea una realidad en todas las aulas, desde nivel inicial al terciario.

 

Placa-facebook-boceto-3c“Mi cuerpo, mi territorio”

La frase que hizo suya el movimiento de mujeres de Latinoamérica hace referencia al derecho de las mujeres a la autodeterminación de sus cuerpos y a poder tomar sus decisiones que afecten a su vida y su salud. En nuestra sociedad, el cuerpo de las mujeres muchas veces es campo de batalla. Nuestros cuerpos son objetivados, sexualizados desde pequeñas, tomados como vasijas reproductoras, modelados con yogurt y dietas absurdas, también violentados en las formas más crueles. La idea del cuerpo como territorio ubica los límites y fronteras más íntimas de la autonomía de cada persona.

 

Sobre nuestros cuerpos, decidimos nosotras. Los queremos sanos, libres, para el placer y disfrute.