8 de marzo: ¿Conmemoración o festejo?
Publicado en diario Perfil, 6.03.2016
Por Mabel Bianco.- El 8 de marzo es un día para conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad. Si bien se estableció en memoria de la lucha de un grupo de trabajadoras textiles de Nueva York por sus derechos laborales, es extensivo a todos los derechos en igualdad de las mujeres. Este año tiene una significación especial porque renovamos la esperanza de lograr la igualdad, debido a que en 2015 se aprobó la Agenda de Desarrollo para los próximos 15 años y se incluyó un objetivo específico: la igualdad de género. ¿Qué significa esto? Que todos los países deberán trabajar para alcanzar la igualdad en 2030. Esto parece algo menor, pero no lo es porque hace tres años Michelle Bachelet, por entonces directora ejecutiva de ONU Mujeres, vaticinó que, al ritmo de los avances hasta la fecha, necesitaríamos 200 años para lograr la igualdad.
La ambiciosa meta asumida en la Asamblea de Naciones Unidas con la presencia de las máximas autoridades de los países en septiembre de 2015 compromete a gobiernos y sociedades. Por eso debemos empezar ya. ¿Cómo? Entre las acciones prioritarias, eliminar la violencia contra mujeres y niñas es un desafío urgente.
En Argentina, cada treinta horas una mujer es asesinada por su condición de mujer. Debemos comprender que no son hechos aislados, la violencia dirigida a las mujeres es sistemática, tiene raíces sociales, históricas y estructurales basadas en la desigualdad de poder entre hombres y mujeres. Por eso, además de asistir a las sobrevivientes y condenar efectivamente a los culpables, tenemos que proponernos terminar con el modelo de desigualdad que implica valorar más lo masculino que lo femenino. Las relaciones de dominación patriarcal son las que permiten naturalizar y legitimar la violencia machista incluso antes de cualquier golpe, violación o femicidio. La igualdad de género, en todos los ámbitos, es una condición necesaria para erradicar la violencia contra mujeres y niñas.
En este sentido, el femicidio de las dos jóvenes mendocinas en Ecuador es un ejemplo lamentable de cómo se las está culpabilizando por viajar solas, exponerse en lugares “desconocidos” y poniéndolas a ellas como las responsables de lo que les pasó y no a quienes las asesinaron. El apuro de las autoridades de Ecuador por responsabilizar a estos dos hombres y cerrar el caso es similar a lo que se suele hacer en otros casos, sin avanzar en investigar los hechos con más profundidad y llegar a los verdaderos responsables y a las causas profundas de estos episodios permitiendo así que sigan ocurriendo.
Necesitamos desnaturalizar esta violencia a través de campañas y mensajes claros. Los gobiernos tienen que hacer su parte. En Argentina esperamos que empiecen ya. Mientras tanto, desde FEIM, la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, y con el apoyo de la agencia creativa Tribal Worldwide Buenos Aires, a partir del 8 de marzo difundiremos una nueva campaña a través de las redes sociales más populares. La campaña consta de tres videos que muestran distintas formas de situaciones cotidianas para llamar la atención sobre el maltrato, que no es algo normal. Los spots que circularán a través de las redes sociales más populares muestran situaciones cotidianas y sutiles. Si realmente queremos no llegar siempre tarde tenemos que cambiar las conductas, algo difícil pero imprescindible.
Esta campaña aporta a lo que desde la escuela, los medios de comunicación y todos los ámbitos tenemos que lograr transmitir: que no es “natural” ni normal ninguna forma de maltrato de mujeres y niñas. ¡Basta! Para frenarlo es necesaria la igualdad entre hombres y mujeres y para eso no alcanzan las leyes, necesitamos desterrar las pautas en que se sustenta. Entre todos podremos lograrlo. ¡¡Empecemos YA!! Es el mejor homenaje en el Día Internacional de la Mujer.