Mujeres del G-20, en acción

Medio: Clarín

Fecha: 18.03.2017

 

La columna de Carola Sainz

 

Después de los ataques con misiles a Siria y con “la madre de todas las bombas” a Afganistán, el próximo lunes Ivanka Trump (no Melania) representará como empresaria a los Estados Unidos en el foro de mujeres del G-20, en Berlín, invitada especialmente por la canciller alemana Angela Merkel. De la Argentina está prevista la asistencia de Mabel Bianco, de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer; Silvia Lommi, del Consejo Nacional de Mujeres; y Delia Flores, del Grupo Empresario de Mujeres Argentinas (GEMA), al menos entre las confirmadas hasta ayer.

Women 20 es una división creada hace tres años por los 19 países más poderosos del planeta, además del bloque de la Unión Europea, para atender los planteos y las necesidades femeninas, como la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. Esto incluye achicar la brecha salarial y equiparar la distribución de las tareas de cuidado y trabajo doméstico. “Angela Merkel tomó la iniciativa porque quiere poner el foco en los problemas de género y fomentar el potencial económico de las mujeres”, comenta Flores, fundadora de GEMA en 2009, una asociación que congrega a 500 socias/empresas de todo el país.

Con el objetivo de empoderar a las mujeres, W20 le exigirá al G-20 implementar una Agenda 2030 basada en tres pilares: la inclusión laboral, financiera y digital. “En la Argentina, la brecha salarial se ubica entre un 20 y 7 por ciento, si lo comparamos con los sueldos que cobran los varones, según el rango social -explica Flores-. A mayor proximidad con la cúpula, se reduce sensiblemente la cantidad de mujeres, pero se equipara el salario”. ¿Esto es lo peor que ocurre? “No -dispara la ejecutiva-. Hay otros temas más graves, como el acceso digital. Contrariamente a lo que todos suponen, hay muy poca participación femenina en esa área. Si bien a nivel educativo la situación de la mujer es similar -o superior- a la de los varones, ya que hay más estudiantes y universitarias que llegan a recibirse, ellas usan menos la tecnología móvil como herramienta profesional. Si se achicara esa brecha digital, podrían tener más acceso a puestos de trabajo”. Según la directiva de GEMA, esa dificultad podría atribuirse a “un mandato cultural o la poca formación en tecnología que tienen los docentes. Sólo el 3 por ciento de los maestros de nivel primario y secundario tienen capacidades de computación básica (saben usar un archivo World o hacer una planilla Excel). En Uruguay, el 52 por ciento sabe o tiene esos conocimientos básicos”, describe. La inclusión digital serviría para disminuir esa brecha y permitirle realizar tareas remuneradas online, sin salir de sus casas.

En cuanto al acceso a la financiación, aquí el W20 propone una “discriminación positiva”: que le den facilidades para obtener un crédito. “La mujer es más cumplidora a la hora de pagar, pero más renuente a endeudarse” (hecho que ya confirmó el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, con sus microcréditos para los sectores más vulnerables). “La decisión de Merkel es que todas las conclusiones se debatan en la cumbre para potenciar su fuerza laboral”.

Aunque hoy la presidencia del G-20 está a cargo de Alemania, en 2018 esa responsabilidad recaerá en la Argentina, donde asumirá la presidencia Beatriz Nofal, guía de Mauricio Macri en el G-20. ¿La meta máxima? Incorporar activamente a la mujer en la economía. “La inclusión de esa masa laboral provocaría una activación a nivel global, que llevaría a la sustentabilidad económica de los países”, concluye. Sin duda, esa sí sería “la madre de todas las batallas”.